La sostenibilidad y la conectividad son tendencias en la movilidad, en 2024
05 de septiembre de 2024Las preferencias de los consumidores están redefiniendo la industria automotriz global. El informe Mobility Consumer Pulse 2024 de McKinsey & Company revela que la sostenibilidad y la conectividad son pilares fundamentales que moldean las decisiones de compra de vehículos. Además, hay un enfoque creciente en la tecnología eléctrica.
Uno de los hallazgos más destacados del informe es el creciente interés por los vehículos electrificados. Es así que más del 60% de los consumidores a nivel mundial consideran a la sostenibilidad como un factor decisivo al momento de adquirir un nuevo auto. Este cambio de paradigma demuestra una mayor conciencia ambiental y la preocupación por el cambio climático y el incentivo de energías limpias.
La penetración de este tipo de vehículos ha experimentado un crecimiento significativo, con una adopción en mercados clave que supera el 50% en algunas regiones. Esto demuestra un cambio en la preferencia de los consumidores hacia opciones de movilidad más ecológicas, no solo porque contribuyen a la reducción de emisiones contaminantes, sino porque ofrecen una experiencia de conducción superior.
A la vez, la conectividad es otro aspecto crucial para los consumidores, con más del 70% de los encuestados que expresó interés en vehículos con capacidades avanzadas de conexión. La demanda de tecnología, sistemas de asistencia al conductor y funciones de entretenimiento en el auto ha impulsado a los fabricantes a innovar con soluciones que integren movilidad con el estilo de vida digital de los usuarios.
El informe también señala que los consumidores buscan cada vez más vehículos que puedan interactuar con otros dispositivos inteligentes, para crear un ecosistema de movilidad conectado que mejore la seguridad y la convivencia.
Por ello, Mobility Consumer Pulse 2024 destaca la importancia de que las empresas automotrices adapten sus estrategias para alinearse con estas nuevas prioridades de los consumidores. De esta manera, el futuro de la movilidad promete ser más limpio, seguro y digital.
En el Ecuador, alinearse con estas tendencias no solo es una oportunidad para modernizar el parque automotor, pero también es una oportunidad de reducir la dependencia de combustibles fósiles y promover un desarrollo urbano más inteligente y sostenible.