Internacionales

La industria mundial ya siente el efecto de los aranceles de Trump

04 de abril de 2025
Por: Cris Segarra

El "Día de la liberación en América" empezó a sentirse en Estados Unidos. Las primeras 'víctimas' de la nueva política arancelaría del presidente Donald Trump aparecieron a horas de su anuncio. Y es que los aranceles del 25% que impuso el Primer Mandatario a la importación de vehículos y componentes afecta directamente a muchas empresas del rubro.

Compañías como Stellantis iniciaron la implementación de medidas para paliar esta decisión. Un total de 900 empleados fueron desvinculados de sus funciones en cinco plantas de la firma alrededor del país norteamericano. Otras empresas también tomaron acciones. Nissan, por ejemplo, limitó la recepción de pedidos en dos modelos de su marca de lujo: Infiniti. Además, Volvo anunció que reducirá su presencia en el país.

Se estima que esta medida le cuesta al sector y a la industria USD 460.000 millones al año. Incluso, le costará más a las propias empresas estadounidenses ya que muchos de los componentes que usan son importados y tienen que cruzar fronteras en varias ocasiones, lo cual eleva sus costos.

Algunas marcas habían decidido, años atrás, establecer plantas de producción en Canadá y México para aprovechar la mano de obra barata y evitarse ciertos aranceles de importación. No obstante, las nuevas condiciones del mercado de EE.UU. complican esas operaciones.

En el caso de Stellantis también se decidió detener las operaciones en dos plantas en México y Canadá. Esa decisión afecta directamente a las operaciones de sus cinco plantas en Estados Unidos. Recordemos que la empresa vende cerca de la mitad de los vehículos que se comercializan en ese mercado. Por lo cual, el impacto es significativo desde cualquier arista que se lo analice.

La planta de México que resultó afectada es la de Toluca, que estará detenida durante un mes completo a la espera de decisiones. Ahí se ensamblan los Jeep Compass y Wagoneer S. De momento, se conoce que no se aplicarán recortes de empleo en este sitio. Mientras que, la planta de Windsor, en Canadá, donde se fabrican el Chrysler Pacifica y Voyager y el Dodge Charger Daytona, tendrá una para de dos semanas inicialmente. Ahí, 4.500 trabajadores se verán afectados por el paro de la misma.

Nissan y Volvo

Las consecuencias del "Día de la liberación en América" repercute rápidamente en el sector. Nissan también tomó decisiones, ya que es la casa japonesa que más exporta a Estados Unidos. Por el momento, han cortado los pedidos de los modelos Infiniti QX50 y QX55. Ambos ejemplares dejarán de producirse hasta conseguir nuevos mercados en los cuales se puedan comercializar.

En lo que respecta a Volvo, esta plantea mover las fichas de cara al mercado latinoamericano, en el segmento de vehículos pesados. Así se traduciría su decisión de invertir en la planta de Nuevo León, en México, donde inyectará una inversión total de casi USD 1.000 millones.

Al final, la decisión de Trump sacude al mundo y al sector específicamente. Los valores bursátiles de los grandes grupos automotrices cayeron rápidamente en estas últimas horas, GM y Ford también lo han sentido.