¿Cómo funciona el estacionamiento autónomo? Y ¿por qué la gente lo busca cada vez más?

Encontrar un lugar para estacionar y maniobrar en espacios reducidos se ha convertido en uno de los mayores retos de la movilidad urbana en ciudades como Quito y Guayaquil. En ese contexto, los sistemas de estacionamiento autónomo han pasado de ser una novedad tecnológica a una herramienta concreta de seguridad y comodidad para los conductores.

El estacionamiento 100 % autónomo es un sistema de asistencia avanzada que combina sensores, cámaras de alta definición, radares e inteligencia artificial. Su funcionamiento se basa en un proceso secuencial: el vehículo escanea el entorno mientras circula a baja velocidad, identifica espacios disponibles compatibles con su tamaño y, una vez seleccionado el lugar, se encarga de ejecutar la maniobra completa. El conductor únicamente supervisa el proceso, sin intervenir en el volante, acelerar o frenar.

Uno de los complementos clave de esta tecnología es la cámara de visión 360° o 540° con imagen 3D. A diferencia de las cámaras tradicionales, este sistema construye una vista envolvente del vehículo desde múltiples ángulos, reduciendo puntos ciegos y permitiendo detectar obstáculos bajos como bordillos, piedras o baches. Según estudios de la Euro NCAP, los sistemas de asistencia al estacionamiento pueden reducir hasta en un 25 % los daños menores por maniobras incorrectas en zonas urbanas (2023).

En el mercado ecuatoriano ya existen ejemplos concretos de esta tecnología. Modelos como el Renault Koleos incorporan estacionamiento autónomo y visión 3D, lo que permite al vehículo parquear de forma automática, incluso en espacios estrechos, una situación común en parqueaderos de centros comerciales o zonas residenciales densas. Estas soluciones forman parte de los llamados Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor (ADAS), cuyo objetivo principal es prevenir incidentes y reducir el margen de error humano.

La tendencia no es exclusiva de una marca. De acuerdo con la International Transport Forum de la OCDE, la automatización progresiva de maniobras de baja velocidad, como el estacionamiento, es uno de los primeros pasos hacia una movilidad más segura, ya que estos escenarios concentran un alto número de accidentes leves y atropellos a baja velocidad (ITF, 2022).

En un entorno urbano cada vez más congestionado, el estacionamiento autónomo se perfila como una tecnología clave para mejorar la experiencia de conducción y reforzar la seguridad vial, especialmente en ciudades latinoamericanas donde el espacio es limitado y el tráfico intenso. Más allá del confort, su aporte está en la precisión, la prevención de impactos y la reducción del estrés al volante.

Fuente: Renault Ecuador