Curiosidades

Conducir bajo los efectos del alcohol: multas, prisión y pérdida de puntos

23 de diciembre de 2025
Por: Ana Gabriela Oquendo

La época de fiestas suele traer consigo un aumento significativo de movilidad, celebraciones nocturnas y controles en las vías. En este contexto, las autoridades han reforzado el llamado a la conducción responsable, especialmente frente a una de las principales causas de siniestros viales en Ecuador: manejar bajo los efectos del alcohol.

De acuerdo con el Código Orgánico Integral Penal (COIP), las sanciones por conducir en estado etílico no solo implican multas económicas, sino también penas privativas de libertad y reducción de puntos en la licencia, medidas que buscan disuadir conductas de alto riesgo en la vía pública.

La normativa establece distintas sanciones, según la concentración de alcohol en la sangre. Con niveles entre 0,3 y 0,8 gramos por litro, el conductor puede enfrentar una multa de USD 470, cinco días de prisión y la pérdida de cinco puntos en su licencia. Si el nivel se eleva entre 0,8 y 1,2 g/L, la multa asciende a USD 940, con quince días de prisión y diez puntos menos. En los casos más graves, cuando se supera 1,2 g/L, la ley contempla USD 1.410 de multa, hasta treinta días de prisión, la suspensión temporal de la licencia y la retención del vehículo.

Las restricciones son aún más severas para quienes conducen transporte público, donde el límite permitido es de apenas 0,1 g/L de alcohol, con sanciones que incluyen la suspensión de la licencia por hasta 90 días. Estas medidas responden al mayor riesgo que implica la conducción profesional bajo los efectos del alcohol y al impacto potencial sobre decenas de pasajeros.

Durante las festividades, también entran en vigencia disposiciones municipales complementarias. Consumir bebidas alcohólicas en espacios públicos puede derivar en multas económicas, mientras que establecimientos que permitan el consumo fuera de lo permitido se exponen a sanciones más severas. Además, está prohibido ingresar en estado etílico al sistema de transporte municipal, una norma que busca reducir incidentes y proteger a usuarios y conductores.

Según datos de la Agencia Nacional de Tránsito, el alcohol continúa figurando entre los factores recurrentes en los siniestros de tránsito a nivel nacional, junto con el exceso de velocidad y las distracciones al volante. Organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud advierten que incluso pequeñas cantidades de alcohol reducen la capacidad de reacción, alteran la percepción del riesgo y aumentan la probabilidad de accidentes graves.

En este escenario, el mensaje durante las fiestas es claro: planificar el retorno a casa, designar un conductor sobrio o utilizar transporte alternativo no solo evita sanciones legales, sino que puede marcar la diferencia entre un festejo y una tragedia. La seguridad vial depende, en gran medida, de decisiones individuales que tienen impacto colectivo.

Fuente: Renault Ecuador